Francisco Ali Brouchoud propone el cruce entre el milenario juego estratégico oriental del go (o weiqi, en chino) cuyo objetivo es la conquista de territorios y cartográficas. Dos, tres, muchos Vietnam consiste en cuatro tableros de go, con sus correspondientes fichas blancas y negras. Cada tablero tiene sobreimpresas a las líneas horizontales y verticales que lo constituyen, un mapa mudo que corresponde a los territorios de Irak, Afganistán, Estados Unidos y la zona de la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, zonas críticas del mundo.  
 
Claudia Contreras construye y reconstruye mapas argentinos, a través de estas operaciones manifiesta su deseo de transformación social, la presencia constante de su relación presente con el territorio e internaliza su pertenencia a una sociedad de incertidumbres, sin garantías. Las obras se refieren a la Argentina y dan cuenta de la memoria como trabajo activo, presenta obras de tres series. Historias Clínicas, Mapas del Delta y Fruncir las estrellas son una suerte de exploración en las patologías del país en búsqueda de su cura y transformación.  
 
Mara Facchin interviene la silueta del país aplicando la espiral áurea, figura que surge de una proporción matemática, la llamada divina proporción, o número de oro, clave que origina la belleza de ciertos objetos que crea el hombre y otros que existen en la naturaleza, figura armónica a la que se le confiere también una índole espiritual. Descubre curiosas coincidencias y relaciones entre el recorrido de la espiral y las regiones geográficas del país. La obra remite a la crisis y a la reparación por vías de la razón y el espíritu en tanto belleza.  
 
La creencia de algunos representantes de la civilización occidental y cristiana en su victoria universal es tema de las obras de León Ferrari. La historia de la conquistas permite muchas reflexiones, ha demostrado que la civilización occidental y cristiana ha vencido en el pasado entre otras razones, gracias a la superioridad en la comunicación humana afirmada a expensas de su comunicación con el mundo. Si bien superado el periodo colonial, parecía que se había reinstalado la revalorización de esa comunicación con el mundo, la experiencia presente es desalentadora ante estados modernos que profesan una religión de estado en las que todo vale.  
 
Luis Felipe Noé diseña ya en 1972 un nuevo mapa de América, en esta serigrafía sobre bastidor América Latina se constituye en un solo país, señala así su peculiar visión de un regionalismo de importante escala. En 1992 edita en Colombia un libro en el que reflexiona acerca de la institucionalización de la distorsión planiférica en beneficio de países coloniales. En el 2004 reedita “Una sociedad colonial avanzada”; treinta años depués da cuenta de la idea de país que él y sus amigos tenían en los 70, a la par que incluye en sus últimas obras la presencia de planisferios y fragmentos del mapa mundial.  
 
Teresa Pereda emprende viajes, recorre distancias geográficas, sociales y económicas propias de las culturas marginales. Mediante el acto de recolección concilia y suma la diversidad social, regional, étnica y lingüística, sobrevuela la fragmentación. Al regresar al taller con el cargamento de tierra, la procesa e incluye en la obra. Vinculados a la tierra, presenta los mapas, las historias y fotografías de las personas que entrevistó así como cadenas de palabras vinculadas a estos conceptos. Suma una instalación interactiva: “Rompecabezas Nacional” invita a armar un país y propone transformar la imagen de un país imposible en posible.  
 
Las obras de Horacio Zabala vinculan a partir de 1970 imágenes con contenidos socioestéticos. En su libro El Arte o el mundo por segunda vez publicado en 1998 afirma “si bien una imagen del mundo no es una teoría que ofrece un fundamento al mundo, es una suerte de intermediario entre el sujeto y el mundo que hace visible, en un instante una concepción del mundo” Las imágenes invertidas en las que sutiles contornos se escapan de regiones de nuestro país cuestionan la visión conservada y aceptada como auténtica de nuestro país, así como muestran que no hay un punto de vista exclusivo.